En este artículo vamos a repasar cómo se deben tomar las curvas en moto. La frenada, el paso por curva y la salida son las tres fases de la ejecución de esta maniobra de la que te sugerimos practiques primero en tramos seguros y con bajo nivel de circulación. Las curvas en moto se toman de una forma bastante diferente que en cualquier otro vehículo. El hecho de ir sobre dos ruedas y, sobre todo, formando parte activa de nuestro vehículo nos harán experimentar unas sensaciones muy diferentes a las que tendremos por ejemplo si estamos acostumbrados a conducir coches. Es obvio, dos ruedas, dos puntos de apoyo, nada tienen que ver con los cuatro puntos de un vehículo como un coche.

A pesar de que nuestros desplazamientos habituales son casi siempre en línea recta, con ligeras curvas casi inapreciables o afrontando cambios de dirección a baja velocidad, tenemos que estar preparados para cuando afrontemos un trazado algo más complicado, para muchos más divertido. Más adelante en otros artículos veremos cómo frenar correctamente en moto. Tener controlada la frenada nos hará que el siguiente paso, el de afrontar trazados sinuosos, lo tengamos más controlado.

Frenada antes de la curva

La entrada en curva la haremos frenando. No somos pilotos de MotoGP y no depende de nosotros ganar una carrera o hacer los mejores tiempos. Comienza a frenar con unos márgenes de seguridad y de una forma progresiva hasta que te veas más suelto con esta maniobra. Al frenar notarás que el neumático delantero se carga, el peso de la moto se ha desplazado hacia este eje y nos costará comenzar la fase de inclinación. Para comenzar a inclinar frenando, debemos ejercer fuerza en el sentido opuesto de la curva, haciendo contramanillar.

Si la curva es hacia la derecha, la fuerza la haremos en la punta izquierda del manillar; si es hacia la izquierda, en la punta derecha. Descuida, lo harás de una forma instintiva, pero es bueno que te fijes para que comiences a guardar en tu cabeza todas las fuerzas que actúan cuando circulamos en moto.

Paso por curva

Ya estamos dentro de la curva. Lo que ha sucedido a continuación es que hemos soltado los frenos y todavía no hemos comenzado a dar gas para salir de ella. La moto está en pleno apoyo y los neumáticos nos permiten una gran inclinación. Si nos pasamos de inclinación el neumático delantero perderá adherencia y podríamos irnos al suelo. Esta fase es muy breve y pronto necesitaremos dar gas para que la moto vuelva a coger tracción y liberar el tren delantero de la posibilidad de perder adherencia. En el paso por curva nuestro objetivo será llegar al ápice de ésta.

Salimos de la curva

Una vez alcanzado el ápice de la curva comenzaremos a dar gas. Aquí la sensibilidad que tengamos con el puño derecho es la clave. Tenemos que introducir la tracción al tren trasero de una forma progresiva. Al dar gas la moto tenderá a levantarse perdiendo su radio de giro, si necesitamos mantener la trayectoria mientras damos gas deberemos hacer fuerza con el manillar en sentido contrario de la curva, tal y como explicábamos en la fase de frenado.

Si en la fase de paso por curva teníamos que tener precaución con el agarre del neumático delantero, en la de salida de la curva el peligro lo podemos tener en el trasero, por un exceso de gas. Si tu moto tiene control de tracción esta fase será más sencilla y segura.

Elegir la marcha adecuada en nuestra moto

Hemos querido separar la elección de la marcha adecuada de la explicación de las tres fases de la conducción de nuestra moto por curva, porque dependerá de la moto que llevemos. También influye el tipo de transmisión secundaria que llevemos, bien sea cadena, cardan o correa… Y del tipo de embrague.

El freno motor otro de los elementos más importantes a la hora de detener nuestra moto. A la entrada de la curva la elección de la marcha es fundamental, por un lado para apoyar la frenada con la retención, y por otro por tener la potencia necesaria para la fase de comenzar a dar gas. Siempre es posible reducir o añadir marchas dentro de la curva, pero lo mejor es llegar con los deberes bien hechos. Una marcha demasiado corta en la fase de aceleración puede hacer que entrada de potencia sea demasiado brusca, por lo que la recomendación es siempre ir con una marcha de más, que de menos. Una moto muy elástica, con mucho par, por ejemplo motores bicilíndricos de trail o custom, hacen menos exigente este punto, encontrando siempre el compromiso optimo entre potencia y par.

En la fase de retención un embrague anti rebote nos ayudará a que podamos ser algo más bruscos en la conducción. Las reacciones de un cardan, más directas que las de una cadena o de una correa de transmisión, también podrían influir haciendo un leve bloqueo de la rueda trasera (los sistemas de cardan más modernos tienen una cierta flexibilidad que nos ayudan también en esto)…

Siendo muy exagerados, una transmisión directa como la de las antiguas Vespa PX bloquean la rueda trasera si soltamos el embrague de golpe. Y a la hora de dar gas, si llevamos por ejemplo una cadena algo desgastada nos harán más incómoda la fase de corto gas para frenar y abro gas para abrir si no somos, digamos, algo delicados con el puño del gas.